Lavaperros: ausencia de todo


Lavaperros (2020) es la sexta película de Carlos Moreno y es una película sobre narcos. En ese sentido, esperaba una película ágil, fresca y con cuotas importantes de acción. Si bien es cierto el tráiler deja en claro que no se trata de una obra maestra, esperaba al menos pasar un buen rato. La historia trata de un narco venido a menos cuya vida se ve amenazada por un rival, por la incompetencia de sus secuaces, la persecución de la policía y la infidelidad de su propia esposa.

Aunque decir que se trata sobre el narcotráfico sería decir mucho. En toda la película al narco se le ve más consumir que traficar. De hecho, no trafica nada. Incluso, si me pongo más quisquilloso puedo afirmar que tampoco me queda claro que el narco sea el personaje principal de la película. ¿Lo es el gordo que lava a los perros? Lo curioso es que casi no tiene diálogos. Su participación es completamente secundaria salvo en la parte final de la película. 

La sobreabundancia de personajes y subtramas hace que todo el resultado se vuelva un sancochado difícil de digerir. Además que hay varios cabos sueltos. Se le da mucha pantalla a los policías encubiertos que vigilan la casa del narco, pero no generan ninguna acción relevante en la trama. Si se les elimina, en nada afectaría eso a la historia. Algo similar sucede con la escena final, ¿por qué Bobolitro regresa a la iglesia si su novia lo esperaba para escapar con el dinero? No había necesidad alguna de ello. Como tampoco hay necesidad de volver a ver este film.

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